“En
las excavaciones de Catal Huyuk se han hecho descubrimientos muy
interesantes acerca de la gente que vivió en esa ciudad. Por
ejemplo, sabemos que las casas nuevas se edificaban siguiendo un
plano determinado, alrededor de pequeños patios (...). Se hacían
ladrillos, que se fabricaban mezclando barro y juncos y dejándolos
secar al sol (...). Los tejados eran todos plano y las paredes del
interior de las viviendas estaban decoradas con alegres pinturas.
A
las casas se entraba por un agujero abierto en el tejado, al que se
llegaba con una escalera, y luego se pasaba de unas habitaciones a
otras por unos huecos cuadrados, no muy grandes (...). También
sabemos que dormían sobre plataformas elevadas, y que en cada
casa había una habitación principal con un horno en el que se cocía
el pan. En el suelo había esteras y, una vez anochecido se
encendía una lámpara de aceite puesta en la pared que daba un
ligero resplandor en las habitaciones.
Los
habitantes Catal Huyuk tenían cubiertas todas sus necesidades
básicas. En primavera se realizaba la siembra, siendo la
época en la que parían las ovejas; en otoño las cosechas
daban sus frutos, y durante todo el año los hombres recorrían las
llanuras con sus perros de caza, siguiendo las huellas de los ciervos
y del ganado salvaje. “
Los
textos citados son de: Charles Higham, “los primeros
agricultores y las primeras ciudades”, p. 15-16.
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